Las situaciones difíciles son inherentes a la existencia. Las dificultades nos arrancan del automatismo cotidiano, en muchas ocasiones ponen nuestro mundo patas arriba, cuestionando nuestro statu quo. Sin embargo, también se convierten en una oportunidad de crecimiento y sentido, según la postura que tomemos ante ellas.
Estamos viviendo una situación excepcional, de incertidumbre, de inseguridad, de vulnerabilidad. ¿Qué postura tomo ante lo que me toca vivir? Tenemos la libertad de dotar de sentido a nuestras experiencias, de tomar postura, de aprovechar la oportunidad de iniciar un camino de aprendizaje y transformación.
Os invitamos a parar, a contactar con nuestro ser y reflexionar. Cuidarnos en lo profundo, educando nuestra mirada y nuestro estar en el mundo, para así poder caminar hacia el sentido de vida, el crecimiento personal y la responsabilidad hacia si mismo y hacia las demás personas. Tal vez nos ayuden estas pistas: